Cáncer de mama: 10 consejos para prepararte emocionalmente

Cirujana realizando una cirugía de cáncer de mama.

Enfrentar una cirugía si tienes cáncer de mama puede ser un camino emocionalmente duro. Tu salud mental es tan importante como el cuidado de tu cuerpo. Para poder enfrentarte a esta situación y no desplomarte desde el punto de vista psicológico, existen infinidad de estrategias que pueden ayudarte. Aquí te cuento cómo cuidar de ti misma en este proceso.

1) Busca profesionales de la salud especializados en el cáncer de mama que sean tus aliados y que te guíen

No subestimes el poder de contar con un equipo médico que te brinde apoyo emocional y profesional. Los médicos, enfermeras y psicólogos pueden ser una parte vital de tu red de apoyo durante el proceso cáncer de mama. No dudes en hacernos preguntas, expresar tus preocupaciones y pedir información adicional. Estamos aquí para ayudarte a entender cada paso del proceso y brindarte la tranquilidad que necesitas.

Además, un psicólogo especializado en pacientes con cáncer o en cirugía reconstructiva puede ser un gran aliado. Un profesional especializado en temas de salud mental puede ayudarte a procesar las emociones que surgen antes y después de una cirugía de mamas. Hablar con un terapeuta puede calmarte en momentos difíciles. Es normal sentir miedo, ansiedad, o incluso tristeza, pero lo importante es no quedarte atrapada en esos sentimientos.

Un terapeuta te brindará herramientas para lidiar con el estrés y te enseñará técnicas de relajación, como la respiración profunda o la visualización guiada. Además, te ofrecerá un espacio seguro donde podrás expresar lo que sientes sin ser juzgada.

Mujer apoyando el cáncer de mama con lazo rosa.

2) Únete a grupos de apoyo de mujeres con cáncer de mama

Los grupos de apoyo son una forma maravillosa de conectar con otras mujeres que están pasando por experiencias similares como en este caso el cáncer de mama). Ya sea en persona u online, estos grupos te permitirán compartir tus preocupaciones, intercambiar consejos y, sobre todo, sentirte comprendida. A veces, escuchar las historias de otras mujeres puede darte una nueva perspectiva y recordarte que no estás sola en este viaje.

Además, muchas mujeres encuentran una gran fortaleza al ayudar a otras con su experiencia. Al compartir tu historia, puedes inspirar y apoyar a otras que tal vez se sientan perdidas o asustadas. ¡Es como una gran red de amistad donde todas se apoyan unas a otras!

3) Practica mindfulness y meditación

La meditación y el mindfulness son prácticas que pueden ayudarte a mantener la calma en medio del caos. Dedicar unos minutos al día para respirar profundamente, cerrar los ojos y concentrarte en el momento presente puede hacer maravillas para tu bienestar emocional.

Puedes empezar con algo sencillo, como escuchar una meditación guiada en YouTube o usar una aplicación de meditación. No necesitas ser una experta, solo encontrar un momento de paz para ti misma. Verás cómo poco a poco te sentirás más tranquila, con una mente más clara y preparada para enfrentar cualquier desafío en el camino hacia la curación de tu cáncer de mama.

4) Rodéate de personas positivas y cariñosas

Tus amigos y familiares juegan un papel crucial en tu salud mental. Rodéate de personas que te apoyen, que te escuchen y que te hagan sentir amada. No tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites; tus seres queridos estarán encantados de estar a tu lado.

A veces, simplemente salir a caminar con un amigo, tomar un café con alguien que te haga reír o recibir un abrazo cálido puede cambiar tu día por completo. Recuerda que es normal necesitar apoyo y que está bien no estar siempre bien. ¡No tienes que ser una superheroína todo el tiempo!

5) Cuida de tu cuerpo para cuidar de tu mente

El cuidado de tu cuerpo también afecta tu salud mental. Intenta mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio suave y dormir bien. El ejercicio, por ejemplo, libera endorfinas, conocidas como las “hormonas de la felicidad”, que pueden ayudarte a sentirte más positiva y enérgica.

Actividades como el yoga o el tai chi también son excelentes para combinar el bienestar físico con el emocional. Estas prácticas suaves no solo te ayudarán a mantenerte activa, sino que también promueven la relajación y la conexión con tu propio cuerpo. ¡Una dosis doble de bienestar!

Paciente mastectomizada en paz con su enfermedad.

6) Crea una rutina de autocuidado para combatir los efectos del cáncer de mama

Crear una rutina de autocuidado puede ser muy beneficioso para tu salud mental. Dedica tiempo a actividades que te hagan feliz, ya sea leer un libro, escuchar música, pintar o simplemente darte un baño relajante. ¡Es tu momento para disfrutar de ti misma!

Haz una lista de las cosas que te hacen sentir bien y asegúrate de incluirlas en tu día a día. El autocuidado no es un lujo, es una necesidad. Cuando te cuidas y te das ese tiempo para ti, fortaleces tu mente y tu espíritu.

7) Aprende a amarte

Es totalmente normal que, después de una cirugía de mamas, te enfrentes a preocupaciones sobre tu imagen corporal. Mirarte al espejo puede ser un desafío, y es posible que sientas que tu cuerpo ha cambiado de formas que no habías imaginado. Pero aquí te cuento un secreto: el amor propio es un proceso, no un destino. Vamos a navegar juntas por este camino hacia la aceptación, la confianza y, sobre todo, la celebración de tu belleza.

8) Acepta tus cambios

Después de una cirugía mamaria tras un cáncer de mama, tu cuerpo puede sentirse diferente. Puede que veas cicatrices, inflamación o cambios en la forma de tus mamas. Es natural sentirte extraña al principio, pero cada cambio cuenta una historia de valentía y resiliencia. Recuerda que tu cuerpo ha pasado por una batalla y ha salido victorioso.

Permítete el tiempo para adaptarte a estos cambios. No hay prisa en sentirte bien de inmediato. Aceptar tus nuevas formas puede llevar tiempo, y está bien sentir todo tipo de emociones. Recuerda: cada cicatriz es una marca de tu fortaleza, una prueba de tu capacidad para superar cualquier desafío.

9) déjate ayudar: no tienes que hacerlo todo tú sola

A veces, aceptar ayuda puede ser difícil. Nos enseñan a ser autosuficientes y fuertes, pero eso no significa que debas cargar con todo tú sola. Aceptar la ayuda de los demás no es un signo de debilidad; es una señal de que eres humana y mereces cuidado y atención.

Recuerda agradecer a quienes te apoyan, pero no sientas que debes devolver el favor de inmediato. A veces, simplemente recibir con una sonrisa y un “gracias” es suficiente. Tu bienestar es lo más importante, y las personas que te quieren estarán felices de verte mejor, sin esperar nada a cambio.

Sororidad entre pacientes con cáncer de mama que se apoyan entre ellas compartiendo su experiencia.

10) Disfruta de la vida

La vida puede ser maravillosa. Todo es cuestión de perspectiva. Incluso los pequeños detalles importan. Aprende a disfrutar de todas las experiencias que te brinda tu vida para conseguir la plenitud. Si necesitas apoyo, guía o consejo tras un diagnóstico de cáncer de mama y sobre tu situación personal o de un familiar, no estás sola. Busca ayuda de profesionales y apoyo en tu círculo más cercano.