El papel de tu opinión en las decisiones quirúrgicas del cáncer de mama

Toma de decisiones compartidas y sus pilares básicos.

En los últimos años, la medicina ha dado un paso importante hacia un enfoque más centrado en las pacientes, especialmente en el cáncer de mama. Hoy, la voz de aquellas pacientes con cáncer de mama juega un papel crucial en su proceso terapéutico. Este cambio no solo mejora la confianza en el tratamiento, sino que también puede influir directamente en decisiones clave, como optar por conservar la mama o recurrir a cirugías más radicales.

¿Cómo influye tu participación en estas decisiones?

Históricamente, las cirugías se basaban casi exclusivamente en factores médicos: tamaño del tumor, extensión del cáncer y estudios clínicos. Sin embargo, ahora se considera igualmente importante cómo percibes tu cuerpo, tu calidad de vida y tus valores personales. Este enfoque, conocido como toma de decisiones compartida (TDC), permite que tú y tu médico trabajéis juntos para decidir el tratamiento más adecuado para ti.

La toma de decisiones compartidas y sus tres pilares: evidencia científica, experiencia clinica del médico y preferencias del paciente. Donde confluyen los pilares es necesario individualizar.

Cirugías radicales y decisiones informadas

La TDC ha llevado a un ligero aumento en el número de mastectomías, incluidas las contralaterales profilácticas (extirpación preventiva de la mama sana en pacientes con cáncer de mama en la otra mama). Según un estudio reciente en Implementation Science Communications, herramientas como guías clínicas ayudan a las pacientes a comprender mejor sus opciones y tomar decisiones alineadas con sus preferencias. En muchos casos, factores emocionales como el temor a una recaída o la búsqueda de tranquilidad emocional o cancerofobia, llevan a elegir opciones más radicales.

La importancia de una comunicación efectiva

El proceso de TDC humaniza la atención médica y asegura que las decisiones quirúrgicas reflejen no solo las recomendaciones médicas, sino también tus prioridades personales. Esta colaboración médico-paciente no solo refuerza tu confianza, sino que también evita discrepancias en el tratamiento. La TDC se basa en tres pilares fundamentales: la evidencia científica, la experiencia del médico que trata la enfermedad y los valores, creencias, circunstancias personales de la propia paciente. Es donde convergen estos tres pilares, donde hay que individualizar.

Más allá de las cifras: un futuro más personalizado

Aunque este enfoque parece un retroceso hacia cirugías más radicales tras décadas de preferir procedimientos conservadores, es un signo de progreso. La personalización del tratamiento y la autonomía de las pacientes son pasos clave hacia una atención médica más humana y más ética. Tu participación activa es esencial para construir un plan de tratamiento que respete tanto la ciencia como tus necesidades personales. Recuerda, si tienes dudas sobre tu enfermedad, debes preguntar a tu médico.

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